sábado, 10 de abril de 2010

Salmo 146 El veredicto de Dios


¿recuerda su pasado? ¿suele hacerlo seguido? Hay veces que nombres, lugares, olores nos recuerdan el pasado. Me sucedio hoy, fui a un lugar favorito a compartir con la familia, cuando le agradecía al SEÑOR la oportunidad de hacerlo vinieron a mi mente recuerdos de mi pasado, al principio solamente recordé cuantas veces había ido y disfrutado, pero repentinamente vinieron a mi mente recuerdos dolorosos de mi adolecencia vinculados al lugar favorito. Así mi gratitud se tornó más reflectiva, permití que el Espíritu Santo indagara hondo en mi alma para ver que había allí. Amigo esto no es fácil, es doloroso. Sucede frecuentemente en nuestra relación con el SEÑOR solemos hacer una oración superficial, gracias por aquello, gracias por aquello otro, te pido esto, te pido aquello, cuando El Señor busca tener una comunión profunda y en esta oportunidad una forma de alcanzarla es permitiendole penetrar profundo en nuestros recuerdos. Pero duele.
Así que permití que salieran a la superficie aquellas agresiones y rechazos guardados en lo profundo al momento aún tengo la sencación de algo doloroso, pero permítame compartir como El me consoló con este Salmo.
Psa 146:7 El Señor hace justicia a los oprimidos, da de comer a los hambrientos y pone en libertad a los cautivos.
  • La palabra que se usa para JUSTICIA en hebreo significa veredicto, sentencia o decreto formal.
  • La palabra que se usa para OPRIMIDOS en hebreo significa: presinado, oprimido, defraudado, violado, violentado.
Al considerar mi pasado y en particular estos dos recuerdos dolorosos que vinieron a mi mente y que estaban olvidados bajo cúmulos de pensamientos, recuerdos y sencaciones almancenados en mi alma veo en este Salmo algo maravilloso, Dios en su Justicia dictaminó que todo aquel que en algún momento de su vida fuese presionado, oprimido, defraudado, violado o violentado se le hiciera justicia. Ahora recuerdo y comprendo este extraordinadio versículo que pronunció Pablo Rom 3:22 Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen...

Permita usted que cuando Dios le traiga a luz recuerdos dolosos de su pasado El los sane con su Palabra curativa, experimente entonces aquella justifica que fue decretada a su favor cuándo le confio su vida al SEÑOR JESUCRISTO. Si aún no le ha confiando su vida entonces seguira atrapado en su círculo vicioso de fingir como que nada pasó, cuando usted sabe que algo aún duele y en vez de buscar el desahogo en el sexo ilicito, la bebida o la droga experimente el extraordinario amor y cuidado que El tiene por usted.

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